13 abril 2013

El Estado incauta dinero a los preferentistas para dárselo a la banca y exige sumisión a las víctimas

El Gobierno y el PP han perdido el norte y en principio, la cúpula del PSOE también.
Los más de 900.000 ciudadanos que adquirieron participaciones preferentes, ¡en su mayoría engañados!, han ido a reclamar a las entidades financieras que se las colocaron, también han acudido a los ayuntamientos, a las sedes de los partidos políticos y sindicatos, han solicitado la intervención del Defensor del Pueblo y de sus homólogos autonómicos.
Un porcentaje nada desdeñable de preferentistas han aceptado laudos [a criterio de numerosos letrados erróneamente, salvo en los casos en que necesitaban el dinero con urgencia] que les obligan a regalar al banco o a la caja parte del dinero que depositaron; han protestado en las calles, a las puertas de las cajas y bancos que les engañaron, han escrito miles de cartas, otros han recurrido a la Justicia [cada vez hay más sentencias favorables a los engañados o estafados], se han personado ante todo tipo de entidades e instituciones, etcétera y etcétera.
Y lógicamente, una representación de los casi un millón de engañados o estafados han acudido al Congreso de los Diputados, de donde fueron expulsados por decir lo que todos sabemos: ¡la ética de la mayoría de bancos y cajas en este y en otros asuntos ha sido equiparable a la de quienes practican el timo de la estampita!
[Tras años de abusos y sólo ante la evidencia de que la porquería no puede seguir debajo de la alfombra: la Fiscalía Anticorrupción ha decidido esta semana, ¡por fin!, abrir una investigación
..
Viñeta capturada en LAINFORMACIÓN.COM
Y tras estallar la burbuja
financiera, ¡más preferentes! 
Por si fuera poco, tras esa prolongada pasividad cómplice del Estado se desató la crisis económica, ¡que para colmo es de origen financiero, fruto de más, más y más abusos!, y la reacción de bancos y cajas fue huir hacia delante relanzando la venta de preferentes a fin de recaudar dinero líquido.
Ahora, con varios millones de familias sin ingresos o con salarios propios del Tercer Mundo, miles y miles de preferentistas necesitan su dinero, pero el Estado democrático de Derecho del Reino de Paña sigue ausente.
En ese escenario, en el que el Estado ha renunciado durante años a ejercer sus funciones, cientos de afectados por las preferentes han recurrido al escrache...
¿Por qué?
Muy sencillo: Porque durante años y años los poderes ejecutivo, judicial (Fiscalía General) y legislativo no han tomado ninguna medida efectiva para poner coto al abuso de las entidades financieras, de modo que grupos de preferentistas se concentran ante los domicilios de altos cargos públicos y directivos de entidades financieras para recordar el problema y exigir soluciones.
El escrache es radicalmente lógico y legítimo (guste o no guste) porque la situación es todavía más aberrante ¡e inconcebible!, pues la única solución que ofrece el Gobierno es que los preferentistas acepten que bancos y cajas se queden entre el 40 y el 70 % de su dinero y, además, que acepten el robo con resignación, sin rechistar.
Es más, todo apunta que los ministros De Guindos y Montoro aspiran a que los engañados o estafados den las gracias al Gobierno... ¿?
El PP y parte de los dirigentes del PSOE han perdido la noción de realidad y parecen dispuestos (o resignados) a que las preferentes y la ley hipotecaria de 1909 creen las condiciones idóneas para que se desate la violencia [en rigor, ya se han registrado episodios de violencia, pues los suicidios son actos de violencia por desesperación, aunque interiorizada].
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CON ANTERIORIDAD:
"CajaMadrid, Bancaja y Bankia actuaron ilegalmente en la venta de preferentes, según la CNMV". 

4 comentarios:

  1. Excelente artículo ¡ánimo D. Félix! sigamos denunciando esta amoralidad. Tiene toda la razón, PP&PSOE se han doblegado ante los dolosamente culpables. Ambas formaciones han rendido pleitesía al lema de aquellos :OMNIA CAPITAL VINCIT.
    Salud en un día tan señalado.

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  2. Sr. Soria, se le ve el plumero, creo que usted fue uno de los que compró preferentes porque eran un chollo y ahora se arrepiente, lo entiendo, pero a usted como a muchos no le engañaron, sino que las compró porque daban hasta un 7 y un 8 por ciento de rendimiento. La mala suerte no es culpa de las cajas, ustedes se la buscaron.

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    Respuestas
    1. Al anónimo,
      YERRA DE CABO A RABO. Ni compré preferentes, ni nada parecido. Nunca creí en quienes regalan duros a cuatro pesetas, o euros a 90 céntimos. Es más, hace ya varios años, antes de que reventarán los chiringuitos de las cajas, cancelé mi relación con ellas, pese a que casi siempre había tenido cuenta en cajas, no en bancos.
      [Antes de estallara todo, coincidió que Caixa Galicia me tomó el pelo con unos intereses y la Caixa de Pensións de Barcelona le tomó el pelo a mi hijo con los rendimientos de un depósito a plazo fijo; nada grave, pero en ambos casos demostraron ser entidades "listas" y nos apartamos. Ahora lo poco que tengo está en el Pastor, integrado en el Grupo Popular, y la verdad es que estoy muy tranquilo y, además, conste que se da la circunstancia de que Popular-Pastor fue la entidad más diligente a la hora de buscar solución dignas y lo menos perjudiciales posible a quienes compraron sus preferentes. Por ese y por otros motivos, procuro no lanzar críticas genéricas contra los bancos, hay de todo, aunque es evidente que hay más directivos "listos" que "éticos"].
      No dudo de que hubiera compradores de preferentes codiciosos, cegados por las ofertas de elevados intereses, pero los datos disponibles indican que un alto porcentaje (más del 70%, según cálculos ponderados) fueron engañados.
      E insisto: no me dejo llevar por interés personal, pues no lo hay: NO COMPRÉ PREFERENTES, NI NADA PARECIDO.

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  3. Parece existir un documento interno de la CNMV en el que se reconoce la existencia de un fraude por ocultación de datos y manipulación de la información

    http://www.eldiario.es/economia/preferentes-Bankia-CNMV-Banco-Espana_0_121088641.html

    Es decir, que hubo DELITO en las contrataciones, lo que permitiría llevar judicialmente el asunto por vía penal y reclamar compensaciones incluso a expensas del patrimonio de los defraudadores. Hay varios equipos de juristas trabajando en ello.

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