La bitácora CAJAS Y BANCOS comenta una información que merece máxima atención a pesar de que en los medios convencionales, ni mu...
«Lo de esta entidad [se refiere a la Cajamadrid de Rodrigo Rato] es de juzgado de guardia. Le acaban de dar 4.500 millones de euros el FROB y va a emitir deuda por 5.000 millones más, lo que demuestra que las dos grandes cacas que forman este engendro de SIP, CajaMadrid y Bancaja, no hay por donde cogerlas.
«La deuda, se paga con más deuda, y esta con más deuda. ¿No hacía algo así nuestro amigo Madoff?»
Hola Félix,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que, a primera vista, la operación puede encajar dentro de un esquema Ponzi, pero creo que en este caso hay una variante importante: la fuente de ambas deudas es diferente, en este caso se está recurriendo a deuda emitida a través del mercado para subsanar una deuda estatal.
Cuando una financiación está respaldada por el Estado da la impresión de que la operación no podría funcionar por los cauces normales, mientras que si está respaldada por el mercado suele gozar de mayor credibilidad. Con este "intercambio de deudas", a mi parecer, CajaMadrid/Bancaja está dando a entender que no necesita de la respiración asistida del Estado para salir adelante, lo cual es un mensaje de tranquilidad (tema aparte es el gran número de activos inmobiliarios devaluados que ambas cajas tienen, claro está).
A JAM,
ResponderEliminarTambién soy de la opinión de que es legal, pero, en rigor, al emitir deuda reconoce que no han sido suficientes los 4.500 millones que ya ha recibido del FROB --por cierto, comentas que la emisión de deuda demuestra que no necesita ayuda pública; creo que para ser más exactos cabe decir que NO NECESITA MÁS ayuda pública, porque ayuda ya ha recibido.
Coincido contigo en que la elevada cuantía de los activos inmobiliarios que acumulan CM y otros cajas es inquietante... Ese es el moitvo de que la banca sea (e intervenga ewn ese sentido) la más interesada en que no bajen los precios a niveles racionales, pues si así ocurriera habría quiebras sonadas; mejor dicho, muy sonadas.
Es el ciudadano común que compró vivienda y paga hipoteca el que está pagando la irracional carestía que en gran medida enriqueció a los bancos.
(Hay activos que pese a todo acabarán "comiéndoselos", veremos qué ocurre...)