30 abril 2015

La Justicia colombiana estrecha el cerco en torno al ex presidente Uribe

Pena de 14 años de prisión para la ex jefa
del servicio de inteligencia de Colombia
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El círculo se estrecha en torno al ex presidente de Colombia. Hace ya dos años, cientos de miles de colombianos se indignaron ante la noticia de que Álvaro Uribe era investigado por la Corte Penal Internacional de La Haya como presunto autor de crímenes de lesa humanidad. No lo querían creer. Pues bien, esta semana la Corte Suprema de Colombia ha condenado a 14 años de prisión a María Pilar Hurtado Afanador, que fue jefa de los servicios de inteligencia —Departamento Administrativo de Seguridad (DAS)— durante la presidencia de Álvaro Uribe (2002-2010).
Hurtado ha sido declarada culpable de haber organizado y dirigido el espionaje ilegal al que fueron sometidos defensores de los derechos humanos, periodistas, magistrados, dirigentes políticos y sindicales de la oposición, muchos de los cuales fueron agredidos y varios de ellos asesinados.
El tribunal también ha decidido iniciar procedimiento contra Álvaro Uribe como presunto cómplice de los delitos perpetrados por Hurtado.
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Hurtado Afanador durante una de las sesiones
del juicio, en una imagen difundida por
Hoy-Diario del Magdalena
En 2010 huyó a Panamá
y hace tres meses se entregó
a las autoridades

Hace ya cinco años, recién iniciada la investigación del escándalo de las chuzadas —las escuchas telefónicas y los seguimientos ilegales realizados por el DAS—, Hurtado se mudó a Panamá y obtuvo la calidad de refugiada política.
Fue el primer miembro del círculo de máxima confianza del presidente  Uribe que abandonó Colombia en un intento de burlar la acción de la Justicia.
Dos relevantes miembros del DAS siguen prófugos.
El pasado mes de enero Hurtado decidió regresar a Colombia para ponerse a disposición de las autoridades. La decisión causó sorpresa debido a la gravedad de las acusaciones que pesaban en su contra, pues podía haber sido condenada a más de 20 años de prisión.
¿Por qué regresó? De entrada, analistas y periodistas conocedores del caso coinciden en que Panamá no estaba dispuesta a mantener la condición de refugiada política a una persona sobre la que se acumulaban pruebas de su participación en la guerra sucia que practicó el uribismo, lo que unido a que Interpol había emitido una circular roja para que fuera arrestada había colocado a Hurtado en una posición muy difícil, prácticamente sin salida.
En Bogotá también hay quienes explican el regreso de Hurtado aludiendo a que estaba amenazada por ex paramilitares, que la "acusaban" de saber demasiado sobre ellos. El miedo provocado por las amenazas, unido a la creciente desconfianza que reina entre los cada vez más acorralados uribistas, habrían acabado de convencer a Hurtado de la conveniencia de entregarse, tanto para evitar una agresión (acaso su asesinato) como porque estaba convencida de que la orden de detención cursada por Interpol acabaría siendo ejecutada, en Panamá u otro país. 
La condena de Hurtado es doblemente significativa si se tiene en cuenta que Jorge Noguera Cortés, que también fue jefe del DAS durante la etapa uribista, fue condenado en 2011 a 25 años de cárcel por su colaboración con bandas paramilitares.
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El ex presidente sigue adelante con su campaña, defendiendo
su gestión y esparciendo acusaciones a diestro y siniestro
El uribismo reventó
todos los intentos
de negociar la paz

Las acciones ilegales que mayor revuelo y rechazo social han concitado de cuantas han salido a relucir durante el juicio de Hurtado y de uno de sus hombres de confianza, Bernardo Moreno [condenado a ocho años de reclusión domiciliaria], son las escuchas a las que fueron sometidos quienes negociaban la liberación de secuestrados por la guerrilla de las FARC, lo que permitió a los uribistas boicotear esos acuerdos y organizar acciones para impedir su ejecución o aprovechar las liberaciones para detener a miembros de la insurgencia, lo que contribuyó a reventar sucesivos intentos de abrir un proceso de negociación para poner fin a la guerra civil.
Con Hurtado ya son seis los altos cargos de los gobiernos uribistas condenados por delitos cometidos desde y al amparo de las instituciones del Estado colombiano.
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CON ANTERIORIDAD en ImP:
«Colombia: ¿Por qué la Justicia no protege a quien aporta pruebas que incriminan a los Uribe?»
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1.ª ACTUALIZACIÓN (mayo 2015):
Animado por militares retirados y con el apoyo político de Álvaro Uribe, un sector del Ejército colombiano presiona al presidente Santos para que incremente los bombardeos contra las FARC y provocar así una respuesta de la guerrilla que dinamite el pacto de reconciliación que se negocia en La Habana.
Mas detalles, en Público.
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2.ª ACTUALIZACIÓN (noviembre 2015):
Ex jefe de los paramilitares de Autodefensas Unidas de Colombia, autor confeso de unos 600 homicidios, ha sido condenado en Estados Unidos a 16 años de prisión por narcotráfico.
Más detalles, en El país.
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3.ª ACTUALIZACIÓN (3 marzo 2016):
Han trascendido los motivos por los que la Fiscalía ha ordenado el arresto de Santiago Uribe Vélez, quien insiste en que su procesamiento es un montaje para acabar con la carrera política de su hermano, el ex presidente Álvaro Uribe. Las mismas fuentes han revelado que se ha constado la existencia de testimonios falsos cuyo objetivo es favorecer a Santiago Uribe y evitar que sea juzgado por su participación en la creación y mantenimiento de bandas paramilitares. Más detalles, en El espectador.

4.ª ACTUALIZACIÓN (mayo 2018):
El Ejército colombiano mató a 10.000 civiles para mejorar las estadísticas en la guerra contra los rebeldes, más detalles en DIARIO.ES
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5.ª ACTUALIZACIÓN (agosto 2019):
Los asesinatos selectivos de dirigentes políticos, sindicalistas, ecologistas y activistas sociales de todo tipo (los "falsos positivos" de la era Uribe) reaparecen en Colombia, más información vía Publico.

DE INTERÉS:
«Colombia: conflictos en la actual coyuntura de paz» (fr), por Héctor León Hernández, en Investig'action.

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