28 diciembre 2010

Oubiña afirma que financió a AP e imputa nuevas corruptelas a Luis Roldán

Laureno Oubiña, que fue uno de los narcotraficantes más conocidos de Galicia tras ser detenido en la operación Nécora (1990), en una entrevista que la revista Vanity fair publicará en su número del proximo mes de enero, comenta que en su día ayudó «a financiar a los partidos de Fraga (AP) y Adolfo Suárez (UCD) con dinero del contrabando de tabaco».
Oubiña también narra que «en los años 1985 y 1986, cierto astillero de Vigo construyó una partida de lanchas para la Guardia Civil y Aduanas donde a mí me habían hecho una embarcación anteriormente. Resulta que la mía había costado 70 millones de pesetas, siendo más potente, y las suyas 315 millones»...
Oubiña ha subrayado que esa singular diferencia de precios la expuso «en el jucio de la operación Nécora, se llevó al Parlamento y se debatió. Pero esa diferencia de dinero se esfumó. Habrá que preguntarle al señor Roldán [entonces director de la Guardia Civil] y posiblemente al entonces coronel Ayuso [ex jefe del Servicio Fiscal del instituto armado]. Ellos son los que se beneficiaban de la compra de armamento, de embarcaciones...»
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Oubiña, en noviembre de 2000
No hay reacciones oficiales, sólo silencio
Oficiales no, pero los medios se han hecho eco de la entrevista y hay numerosas reacciones de ciudadanos, entre las que destacando las de quienes se han apresurado a calificar de falsas las afirmaciones del ex delincuente y abogan por ignorarlas.
Sin duda, las acusaciones de Oubiña exigen precaución, pero resulta curioso --amén de contradictorio-- que las declaraciones de los delincuentes arrepentidos sean legalmente válidas para abrir investigaciones y expedientes judiciales y, por el contrario, con rapidez inusitada se pretenda enterrar lo que dice un reo que ha cumplido condena y cuya excarcelación es inminente.
Más incongruente es ese prejuicio si se tienen en cuenta que los arrepentidos obtienen beneficios concretos al proporcionar datos que permiten perseguir y detener a sus cómplices (reducciones de condena, incluso inmunidad y en todo caso, protección); en tanto que a Oubiña sus palabras lo único que le pueden reportar son molestias e incluso perjuicios --sean falsas o no sus acusaciones.
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El testimonio del ex narco vale menos
que cualquier otro, ¿por qué?
La insistencia en enterrar las palabras de Oubiña resulta chocante si tenemos en cuenta que en numerosas ocasiones todo cuanto dicen otros ex narcos, ex corruptos o condenados por esos u otros delitos merecen consideración judicial, e incluso institucional.
En rigor, las acusaciones de Oubiña son de gravedad más que suficiente como para que se abra una investigación oficial y si el ex narcotraficante miente, que las instituciones difamadas sean amparadas de oficio y la Fiscalía exija responsabilidades a Oubiña. Y si lo que apunta el ex delincuente es parcial o totalmente cierto, que el Estado actúe también en consecuencia.
No ha mucho las declaraciones de un imputado en el sumario por los atentados del 11-M fueron tenidas en cuenta para cuestionar el trabajo de las fuerzas de seguridad y la instrucción judicial, tanto es así que las instituciones intervinieron para poner los puntos sobre las íes.
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MÁS detalles, en El progreso Xornal de Galicia.

1 comentario:

  1. La cloaca está empezando a desbordarse en esta España de "modélica" transición. Y atentos a lo que ocurrirá cuando el PP culmine su asalto al poder.....

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