04 marzo 2010

Kapuscinski, su supuesta filia estaliniana y los periodistas franquistas

La anunciada publicación de una biografía del periodista polaco Ryszard Kapuscinski (1932-2007) ha desatado una curiosa polémica. El autor del libro, Artur Domoslawski, que fue discípulo y amigo personal del biografiado, afirma, entre otras cosas, que Kapuscinski se inventaba entrevistas --por ejemplo, con Che Guevara, según dice el biógrafo-- y acusa a su maestro de haber colaborado con el régimen autoritario que gobernó Polonia desde el fin de la segunda guerra mundial hasta los años ochenta.
Kapuscinski,
en su biblioteca
Bien, de entrada conviene ser prudente y recordar que el tiempo acabará colocando a cada cual en su sitio, además de que se despejarán las dudas en uno u otro sentido, en este caso como en tantos otros ocurre que hay quienes tienen prisa en condenar pese a la levedad, la circunstancialidad o el carácter subjetivo de las pruebas.
Pero de esta polémica hay un aspecto que llama poderosamente la atención: la insistencia de ciertos periodistas, columnistas y comentaristas españoles en entrar a saco para despreciar todo cuanto hizo, dijo y escribió Kapuscinski alegando para ello que mantuvo una relación formal --más o menos estrecha, al parecer-- con órganos y/o rsponsables del régimen estaliniano.
La satanización es curiosa porque si Kapuscinski es el malo del periodismo polaco, ¿qué calificativo o catalogación hay que otorgar a los periodistas españoles que fueron cómplices de las autoridades franquistas, régimen sobre el que pesan decenas de miles de muertes, encarcelamientos, persecuciones y expropiaciones políticas?
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Hay editores y periodistas sin memoria... o ciegos
Abundando en curiosidades, hay actitudes de empresas de comunicación o de periodistas españoles que son doblemente llamativas porque siguen editando periódicos o ejerciendo la profesión de informar y comentar hechos tras haber avalado y alabado el fraquismo. Es más, en España siguen en el candelero --y cobrando sustanciosos emolumentos-- periodistas, comentaristas y columnistas que firmaron textos de apoyo a los fusilamientos --incluidos los de septiembre de 1975-- y que cuando falleció el Caudillo suscribieron panegíricos calificando al dictador de "cristiano ejemplar" o de "defensor de la civilización occidental".
Desde una óptica periodística, es lógico que --si se confirma-- sean criticadas frontalmente las entrevistas o los reportajes que Kapuscinski pudiera haber inventado; pero resulta chocante que en España haya tantos periodistas y columnistas satanizando a un polaco presuntamente estaliniano y que, por el contrario, callan e incluso aplauden a los colegas que fueron probados defensores e incluso servidores de la dictadura franquista.
Kapuscinski podría ser criticable como periodista falaz --si se prueba lo que afirma Domoslawski--, pero es de todo punto injustificable que periodistas franquistas o que cierran los ojos ante el horror franquista den lecciones de ética profesional mirando hacia Polonia.

4 comentarios:

  1. No lo había advertido desde tu punto de vista, bastante revelador de estas actitudes.
    Por lo que respecta al polaco, no sé hasta que punto colaboró con el régimen comunista, pero su obra "El Imperio" es muy crítica con todo el sistema soviético. saludos.

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  2. La verdad que no tenía ni idea de este tema. Al final la verdad es la que percibimos o la que nos cuentan, la HIstoria se manipula permanentemente.

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  3. ¿Pero es que alguien duda de que la prensa y los medios y, por lo tanto, sus profesionales asalariados, los periodistas, se deben en primer lugar a quien les paga de una manera o de otra?
    Los medios no son precisamente ONG´s y llevarle la contra al poder no suele ser recomendable para ninguna empresa.
    Menos ingenuidad, por favor. La libertad de prensa, entendida en sentido absoluto, tiene mucho de utopía.

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  4. A mí me hubiera gustado mucho que este imbécil hubiera publicado esa biografía con Kapus vivo. Si hubiera tenido razón, estoy seguro que Kapus, le hubiera dicho que sí, que tiene razón, y le hubiera argumentado perfectamente porque lo hacía. Pero claro, con el biografiado en la tumba, es muy fácil esparcir mierda sobre su lápida con la convicción de que a ver quién es el guapo que dice lo contrario. He leído todos los libros que tiene Kapus publicados en España y sólo con eso, estoy seguro de que ese imbécil que le ha hecho la biografíe miente como un bellaco. Otro, como esos malos periodistas, que sabe que si no es a base de meter mierda, no va a vender ni un libro. Es una pena.

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