12 enero 2009

El gas ruso, el descaro ucraniano y la debilidad de la UE

La absurda guerra del gas que ha provocado Ucrania constata cuan débil y dependiente es la política exterior de la Unión Europea (UE). Cada vez que se negocian derechos de paso con Ucrania y Bielorrusia se viven situaciones similares, pero esta es la primera vez que los cíclicos contenciosos ruso-ucranianos o ruso-bielorrusos amenzan con paralizar la llegada de gas siberiano al resto de Europa. ¿Por qué?... Detrás está Washington.
Ucrania compra gas a Rusia y lo paga más barato que el resto de clientes, entre otras cosas porque presta su territorio para que el carburante llegue a terceros países, servicio por el que cobra un canon (no obstante, todos los oleoductos fueron construidos con inversiones extranjeras, al igual que en Bielorrusia, tanto rusas como de países de la UE).
Pero Ucrania, pese a gozar de esas ventajas, paga tarde y mal a Rusia, ¡y eso cuando paga! Para colmo, Kiev roba parte del gas que circula por su país con destino a terceros. De modo que, tal como ya ocurrió hace dos años, Moscú ha vuelto a decir hasta aquí hemos llegado.
Sin embargo, la Unión Europea (UE), en lugar de emplazar a Kiev a que deje de comportarse como una organización mafiosa, presiona a Moscú para que negocie un acuerdo.  
Pero, ¿qué debería negociar Rusia?, ¿en qué debería ceder?... ¡Porque negociar en ese escenario equivale a ceder! 
¿Debe Rusia rebajar todavía más la factura a Ucrania, que paga a precios que son en torno a un 30 % más baratos que los del resto de importadores de gas?, ¿acaso Moscú debe pactar con Kiev el porcentaje de gas que los ucranianos tendrían derecho a robar?, ¿o será que la UE pretende que Rusia perdone a Ucrania las facturas impagadas?
La postura de la UE es, cuanto menos, curiosa.
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Erre que erre

En la madrugada de ayer domingo se alcanzó, ¡por fin!, un acuerdo para reanudar el bombeo de gas ruso hacia el resto de Europa vía Ucrania, siempre que la red de este país sea sometida a vigilancia por un equipo de técnicos que vele por el cumplimiento de la legalidad. 
De modo que una vez sometidos a control los gasoductos, Rusia reanudará los envíos.
Pero he aquí que cuando el Gobierno ucraniano recibió ayer domingo el pacto para su firma, la primera ministra, Yulia Timoshenko, añadió un párrafo por el que "todos los firmantes reconocen que Ucrania no se ha servido gas sin informar del volumen a la empresa rusa correpondiente", añade que Ucrania ya no tiene facturas pendientes de pago y que "todos los firmantes" dan por saldadas las deudas de Kiev.
Pese a tamaño descaro, la Comisión Europea se ha limitado a declarar que el párrafo añadido por Timoshenko "carece de trascendencia"; como si no existiera y, por tanto, "ya no hay razón para retrasar más el envío de gas" (textual), por lo que Bruselas insta a Moscú que reanude el bombeo.
Al margen de lo que haga Moscú para cobrar la deuda de Ucrania, durante la madrugada de hoy (lunes) los observadores internacionales ya se han desplegado en las estaciones de bombeo y todo indica que Rusia reanudará el suministro mañana (martes), en cuanto reciba copia del protocolo suscrito con la UE...¡una vez anulado el anexo con las mentiras ucranianas!, ha precisado el Gobierno ruso... 

En el sur de Rusia, los cosacos del Don alimentan el odio a la URSS
desde que la revolución de 1917 derrocó al zar, 
de quien fueron orgullosos vasallos hasta 1923, 
cuando el ejército blanco (zaristas) y la temida caballería cosaca 
fueron derrotados por el ejercito rojo (bolcheviques)

En todo caso, el problema no está resuelto porque sigue sin haber acuerdo y, a tenor de los antecedentes, las autoridades ucranianas son capaces de volver a robar gas y reavivar el conflicto.
¿Cómo es posible que Ucrania, país semiarruinado y con una de las Administraciones más corruptas e ineficientes de Europa, goce del apoyo de la UE?
Muy sencillo: Porque Ucrania es pieza clave en las pugnas políticas que a Estados Unidos le interesa mantengan vivas los países exsoviéticos en el Este europeo, en el Cáucaso y en Asia Central; pleitos de los que sacarán tajada las firmas trasnacionales del complejo mundo de los hidrocarburos, entre otras grandes empresas de otros sectores, como el minero, pues en el oriente de Ucrania hay tierras raras; resultando que PoloniaKosovoGeorgia, los tres países bálticos y el novísimo Estado ucraniano creado en base al antiguo País de los Cosacos [cuyo ámbito apenas abarcaba el 20 % de la Ucrania actual, ver mapa al pie del post] son los arietes que los EUA utiliza para acosar a la odiada URSS/Rusia, amén de las riquezs naturales que se puedan obtener, aspecto este en el que la actual Ucrania es la pieza mas codiciada por inversores y multinacionales de los EUA, UK, CAN, F, D, E, B, I, NL, etc.
¿Y la UE?... ¡De comparsa!, justificando a los buenos (Ucrania) que ha señalado el capital por ser una presa apetitosa y, en paralelo, presionando a los malos que señalen EE UU (en este caso  como casi siempre, los rusos).,

La Ucrania actual fue construida por el zarato ruso que constituyeron
la Rus de Kiev y el Principado de Moscú, ampliada por la URSS
con el Donbás, la costa del Mar Negro y retales robados
a Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Hungría: 
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La Rus de Kiev y el Principado de Moscú fueron
los padres fundadores de la nación rusa:
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