16 enero 2007

Sanz, Zaplana, las grabaciones, la ética y la ley

Durante la conferencia de presidentes autonómicos del pasado día 11, que se celebró en el Senado, Rodríguez Zapatero pidió un minuto de silencio por los fallecidos en el atentado de Barajas y aludió a este suceso utilizando el vocablo "accidente". Inmediatamente rectificó, pero las palabras del jefe de Gobierno fueron recogidas por la grabadora que introdujo uno de los asistentes.
La grabación de la intervención de Rodríguez Zapatero es ilegal o alegal, sin menoscabo de que el presidente autonómico de La Rioja, Pedro Sanz, tenga base para comentar: «Lo que se dijo tuvo la gravedad que tuvo (...) Aquí lo importante de los temas es constatar que alguien en un momento determinado confunde atentados con accidentes y a mí eso me parece preocupante»; aunque sobraba que añadiera: «Lo de menos es quién lo grabó o quién lo dejó de grabar. Me da exactamente igual. Me importa un pimiento».
Son palabras de Sanz. La última frase es una insensatez, pero la dijo...
..
...«¡con lo guapo que estarías calladito!» 

Pues bien, en su día --hace ya más de 10 años-- el dispositivo de grabación mediante el que la Policía investigaba a un presunto delincuente recogió una interesantísima conversación entre Eduardo Zaplana y un asesor técnico municipal de infausto recuerdo, pero que ya está apartado de la vida pública, partidaria y política, de modo que corresponde no identificarlo.
El contenido de esa conversación demostraba que el luego ministro y hoy colíder del PP estaba metido hasta las ingles en "cobros anormales"... por emplear una expresión neutra, digamos.
Todo lo que hacía o deshacía Zaplana, según acreditó la Policía, quedó en nada porque la grabación fue considerada ilegal o alegal, gracias a lo cual el hoy colíder del PP --se comprara o no el Opel del que tanto habla durante la sabrosa conversación-- salió del zarzal sin rasguños por motivos procedimentales.
Dando por bueno que Sanz y Rajoy estén en su derecho a reprochar el desliz verbal de Rodríguez Zapatero al hacer uso del vocablo "accidente", ¿que decir de Zaplana y que nadie dijo?
Es una pena que la Justicia desestimara el uso de aquella grabación porque los ciudadanos se quedaron sin saber dónde fueron a parar las comisiones de las que hablaban los interlocutores.
Con toda probabilidad Rodríguez Zapatero habrá aprendido que le conviene ser más cuidadoso con el léxico; pero, ¿qué le conviene a Zaplana? Callar, por descontado, pero quizá debiera comentar a sus correligionarios que, por favor, no saquen pecho por cuestiones formales y mucho menos si lo hacen utilizando grabaciones alegales o ilegales.

INFORMACIÓN sobre el episodio, en 20Minutos
TEXTO relacionado, en LA HUELLA DIGITAL: "Que les den por ahí".

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