Autarquía económica, estructuras productivas inadecuadas, prebendas administrativas, subvenciones interesadas, concursos públicos amañados, generalizada desconfianza social, un sector público paternalista y profundamente corrupto...
La España democrática heredó esas y otras pesadas cargas de la dictadura, amén de cientos de delitos amnistiados, hábitos autoritarios, embrutecimiento cultural, etcétera... y para redondear mantuvo interesadamente viva a ETA: si quiere ejercer un poder omnímodo, la autoridad necesita enemigos que lo justifiquen.
La España democrática heredó esas y otras pesadas cargas de la dictadura, amén de cientos de delitos amnistiados, hábitos autoritarios, embrutecimiento cultural, etcétera... y para redondear mantuvo interesadamente viva a ETA: si quiere ejercer un poder omnímodo, la autoridad necesita enemigos que lo justifiquen.